Pensando en ti (06/08/15)

Últimamente pienso mucho en ti, a pesar de que hacía tiempo que te había olvidado. El desencadenante fue estar en un sitio que me pareció de lo más romántico sin nadie con quien compartirlo.
Me entró un bajón impresionante.

Empecé a preguntarme por qué no había tenido ninguna pareja después de conocerte a pesar de las oportunidades que he tenido que, aunque pocas, no eran malas opciones.
La respuesta es sencilla: porque ellos no son tú.

Tú me enamoraste sin querer con tu sonrisa y tu forma de mirarme, aunque seguramente mirabas así a todo el mundo. Me enamoraste por cómo me tratabas. No me tratabas de forma especial, pero me encantaba tenerte cerca.
Me enamoró la forma en que cuidabas de mí. Me enamoró que defendieras nuestra amistad por encima de lo que había sido tu primer amor y tu pareja de entonces. No te imaginas cómo me sentí al saber que la mandaste a la mierda porque te dio a elegir entre ella o yo. Hubiese aceptado que dejaramos de vernos, pero no hizo falta.
¿Debería haberte dicho entonces que te quería? ¿Debería haberte ofrecido intentar ser algo más?
Ni te imaginas lo que me carcomen esas dudas cada vez que te recuerdo.

A día de hoy sigo buscando a alguien que me haga sentir de la misma forma que tú me hacías sentir. A alguien que le guste jugar conmigo a los videojuegos y me vacile cada vez que me gana. A alguien que me invite a su casa cuando estén sus amigos y haga todo lo posible para que me sienta cómoda. A alguien que me enseñe a subir al ascensor en vez de entrar a una casa donde está habiendo una discusión. A alguien que me haga la cena porque le apetezca tener mi compañía cuando está solo en casa. A alguien que quede conmigo para no ver una película de miedo solo porque yo no quiera verla sola. A alguien que quiera pasar todo el tiempo posible conmigo.

Por eso te quería. Porque hacias que me enamorara de ti día sí y día también.

Puede que en realidad no fuésemos más que amigos, pero para mí siempre serás algo más. Porque no necesité besarte para sentir que éramos uno.

Y por eso también te odio. Por llegar con tu perfección a romperme los endebles esquemas que tenía sobre el amor. Porque ahora mismo podría estar con alguien, pero no. No puedo estar con nadie porque no te llegan ni a la suela. Porque no son capaces de provocarme nada. Porque con ellos no me pongo nerviosa ni me quedo sin palabras cuando me hablan. Porque ellos no buscan hacerme reír, ellos buscan seducirme. Porque ellos no son tú.

Y lo he intentado, lo juro por Dios. He intentado darles una oportunidad. He quedado con todos los que me han confesado sentir algo por mí, pero era todo tan artificial que no merecía la pena. Recuerdo a uno que parecía nervioso. No sabía de qué hablar. Yo tampoco. Acabó contándome toda su vida. No hemos vuelto a vernos. Podría haber sido una buena pareja, pero yo no hubiese sido una buena novia.

Por eso te odio. Porque nadie podrá jamás hacerme sentir lo mismo que me hacías sentir tú. Y eso es una putada.

Deja un comentario